Ucrania, Rusia, la industria alimentaria y el boom de los commodities para Uruguay y Argentina
La industria alimentaria y Ucrania
En un mundo donde la población mundial es de 8.000 millones de personas y donde la existencia de recursos es escasa, el principal problema de los gobiernos a nivel mundial, es alimentar a esta enorme masa demográfica.
En los países subdesarrollados, el principal desafío es asegurar la alimentación de una población que sobrevive en condiciones precarias.
En los países en desarrollo, el principal desafío es asegurar el crecimiento garantizando la movilidad social.
Y en los países desarrollados, el desafío es preservar los estándares de bienestar alcanzados tras la Segunda Guerra Mundial.
La crisis de Ucrania y el papel de los exportadores de alimentos como Uruguay y Argentina
Ucrania fue uno de los principales exportadores de grano, antes de la invasión rusa, principalmente trigo. Con la invasión, sus actividades de exportación se paralizaron, lo cual, combinado con las sanciones a Rusia, provocó una amenaza mundial para la alimentación de los países subdesarrollados de África y Asia.
Si algo ha quedado demostrado con el conflicto desatado en Europa, es que en un escenario de crisis globalizada, los países que tienen su posición más comprometida son aquellos cuya industria está en los eslabones más desarrollados de la cadena de valor, por su dependencia de los proveedores energéticos y alimentarios.
La resistencia de Rusia a las sanciones ha probado la resiliencia de las economías que se encuentran al principio de la cadena de valor, en este caso con su oferta energética y alimentaria, que ha volcado en sus socios asiáticos.
Uruguay y Argentina, productores de commodities
Aplicando esta perspectiva a los países del Cono Sur, que son productores de alimentos, no solo tienen un punto de partida de ventaja frente a la demanda internacional de alimentos, sino que el hecho de que la oferta mundial de alimentos baje por la guerra de Ucrania, las sanciones a Rusia y la reserva de la India y de China de sus excedentes de grano y energía, provoca una situación históricamente favorable.
En el marco de la doctrina del comercio internacional, las ventajas competitivas se analizan desde dos puntos de vista:
- El de la oferta
- El de la demanda
Desde el punto de vista de la oferta, los factores de producción son las condiciones que provocan ventajas competitivas. Dichos factores son la mano de obra y el capital y, actualmente, la tecnología.
Desde el punto de vista introducido por Porter en el estudio del comercio en general, también debe tenerse en cuenta la segmentación o enfoque, que es la estrategia usada por los agentes de oferta para definir sus agentes de demanda y alinearse con ellos.
El objetivo de los países es crear ventajas competitivas de liderazgo en costes de producción y en diferenciación para desarrollar su comercio internacional.
En este momento, los países como Uruguay y Argentina tienen ventajas absolutas de mano de obra en materia de producción de alimentos, costes de producción (no generados por el estado), productos alimentarios de alta calidad (diferenciación) y un público objetivo para colocar su oferta de una dimensión absolutamente global.
Lo que sería de esperar es que los gobiernos nacionales desarrollen políticas para apoyar el crecimiento de sus productores y su inserción global en las cadenas de abastecimiento.
Esto supondría transformar a estos países en actores económicos y geopolíticos relevantes, capaces de provocar nuevos equilibrios y estados de bienestar.
